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  • Foto del escritorLAMESAUNEALAFAMILIA

Walter Mehrer S - La ARMONÍA familiar



El hogar y la familia son muy importantes en nuestras vidas. Son un grupo al que pertenecemos desde que nacemos y con el que compartimos y dedicamos muchas horas de nuestra vida, por lo que es importante cuidar ese espacio. La armonía familiar se corresponde con un clima constante de confianza, seguridad, expresión, comunicación, cariño, respeto… un clima de construcción diaria que todos los integrantes deben cultivar de manera intensa para fortalecer a la familia.


Es importante tener a mano nuestra receta y tener presente todos los ingredientes cuando haya momentos más desagradables o feos, como la rebeldía, problemas económicos, fallecimientos, peleas o cualquier otra dificultad difícil de llevar. Si la cocinamos a diario, no solamente tendremos armonía de manera constante, sino que en momentos puntuales de conflicto, podremos hacer nuestra receta porque la hemos practicado tanto, que no se nos olvidarán los ingredientes ni el procedimiento.

Cocinar la armonía implica poner a fuego lento todos los ingredientes e ir creciendo todos juntos.


INGREDIENTES

  1. Ser constante. A los niños les gustan las rutinas y las cosas que se hacen de la misma forma. Es importante que mandemos mismos mensajes, objetivos, metas, pautas, hábitos, cariño, confianza, comportamientos… Cultivar la constancia hace que los pequeños sientan seguridad, reduzcan la incertidumbre y permitan aprendizajes sólidos.

  2. Dar responsabilidades. Aunque pensemos que, los más pequeños no pueden hacer las cosas solos o no las entienden, es importante vencer esos pensamientos y dar pequeñas responsabilidades a los más pequeños de la casa, de manera progresiva. Que los niños asuman responsabilidades permite que aumenten su autoestima y la confianza en ellos mismos.

  3. Concentrarse en reglas importantes. Es interesante mantener y dar a conocer a los niños y adolescentes las reglas importantes para convivir y crear un ambiente lleno de armonía. A pesar de que tengamos miedo de parecer duros por marcar unas reglas, siempre que sean explicadas, compartidas y valoradas aportan bienestar.

  4. Describir los sentimientos. Es necesario y útil compartir con los más pequeños las emociones y sentimientos que tenemos hacia las cosas, las situaciones y la vida. Y cuando os recomendamos hacer esto, no sólo os recomendamos las que comúnmente se llaman positivas, sino todas, hasta sentimientos de tristeza, miedo, nervios… Somos un modelo para nuestros hijos y deben identificarse con la expresión emocional.

  5. Tomar pequeñas decisiones. Este ingrediente se parece mucho al segundo, pero no son exactamente lo mismo. Éste da un sabor diferente. El permitir que los niños puedan decidir sobre cómo hacer cosas, cómo les gustan o cómo las harían ellos, les dota a los niños de capacidad crítica y más autoestima.

  6. Ser flexible. Es importante mantener una actitud abierta y conciliadora a las propuestas de todos los miembros de la familia y las normas y objetivos que nosotros ponemos. Ser flexible permite aumentar la capacidad de adaptación y las habilidades de comunicación.

PREPARACIÓN


La forma de elaborar esta receta es sencilla. Simplemente tendras que ir echando en el cuenco, en las relaciones, un poquito de cada ingrediente e ir mezclando todo de manera tranquila. Lo más difícil e importante es que todos los miembros de la familia tienen que echar un poquito de cada ingrediente y a medida que se va juntando bien la masa, seguir añadiendo más y más de cada ingrediente… ¡Hasta estar feliz con el sabor conseguido!

Y que no se les olvide… un pellizco bien grande de amor siempre mejora el proceso de construcción de la ARMONÍA. Ya se sabe que todo lo que se cocina con ilusión y amor sale bien.

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