¿Estrés infantil? Pero ¿de qué estamos hablando? Como lees, el estrés es una realidad que afecta a muchísimos niños, más de los que creerías.
Síntomas del estrés infantil
Los principales síntomas que evidencia un niño estresado son:
Irritabilidad y cambios de humor
Baja autoestima
Problemas para dormir: insomnio, terrores nocturnos, pesadillas, incluso eneuresis
Cambios en los hábitos de estudio y bajo rendimiento escolar
Fatiga y dejadez
Comportamientos extraños para el niño: contestaciones fuera de lugar o rechazo de actividades o personas
Pérdida de la concentración
Trastornos psicosomáticos, como problemas digestivos, dolores de cabeza, malestar general, aparición de tartamudeo, entre otros
Consejos para ayudar a los niños a combatir el estrés
En primer lugar, es importante tratar de encontrar la fuente del estrés. ¿Tiene el niño acaso demasiadas actividades y le falta tiempo para jugar libremente y relajarse? Si es así, la solución podría ser abandonar alguna actividad extraescolar por el momento. ¿Ha fallecido algún ser querido? Entonces, quizá debas sentarte a conversar con tu pequeño y si sufre de depresión, consultar con un psicólogo. Conocer qué causa estrés en tu hijo, te ayudará a combatirlo.
Más allá de este consejo, puedes:
Escuchar atentamente a tu hijo: permite que tu pequeño libere tensiones hablando contigo. Sé empático y permítele expresarse libremente.
Hacer deporte en familia: montar en bicicleta, jugar al fútbol o nadar pueden ser buenas actividades para que los pequeños liberen estrés, a la vez que dejan de lado la vida sedentaria.
Practicar técnicas de relajación: el yoga infantil y el mindfulness son dos buenas maneras de ayudar a los niños a eliminar tensiones. ¡A ti también te vendrá bien practicarlas!
Enseñar a los niños a reconocer y expresar sus emociones: entender lo que le sucede es fundamental para que tu hijo pueda luchar contra el estrés.
Asegurarse de que los niños comen y descansan bien: una alimentación equilibrada y al menos 8 o 9 horas de descanso ayudarán a los niños a tener las energías necesarias para enfrentarse a sus tareas diarias.
Disfrutar de actividades lúdicas con los niños: comparte tu tiempo libre con tus hijos haciendo actividades que a ellos les gustan, así os divertiréis en familia y además, les demostrarás cuánto te interesan.
Si notas que los síntomas del estrés empeoran y tu hijo no mejora, no dudes en acercarte al médico pediatra. Él mejor que nadie podrá asesorarte.
Fuente via Educo
Comments