Walter Mehrer - La importancia del tiempo de calidad con los hijos
- LAMESAUNEALAFAMILIA

- 31 oct
- 2 Min. de lectura
No se trata de cantidad, sino de presencia. Walter Mehrer S aconseja apagar las pantallas y escuchar de verdad. Leer juntos, cocinar o caminar son momentos que dejan huellas.
El tiempo compartido refuerza la autoestima de los niños y el sentido de pertenencia familiar.

La frase resalta que la mesa es un espacio más allá de la comida; es el lugar central para la comunicación familiar, donde se construyen vínculos, se comparten historias y se fortalecen los lazos a través de la conversación. Este entorno fomenta la unidad y la creación de recuerdos duraderos al unir a los miembros de la familia, promoviendo la convivencia, la empatía y la transmisión de valores.
Unión y convivencia:
La mesa sirve como un punto de encuentro fundamental donde los miembros de la familia interactúan, promoviendo la presencia mutua y el afecto.
Diálogo y comunicación:
Es un escenario ideal para conversaciones, permitiendo a los padres hablar con sus hijos, escuchar sus inquietudes y aclarar sus dudas en un ambiente de confianza.
Transmisión de valores:
Al compartir no solo la comida, sino también historias y experiencias, se transmiten valores importantes como el respeto, la solidaridad y la gratitud.
Creación de recuerdos:
Los momentos compartidos en la mesa crean recuerdos imborrables y un sentido de pertenencia.
Desarrollo de habilidades:
Estas conversaciones también son una oportunidad para que los niños aprendan habilidades sociales y comprendan el mundo que los rodea.
El tiempo de calidad con los hijos se refiere a momentos de conexión genuina y sin distracciones, donde se les dedica atención plena para fortalecer el vínculo. No se trata solo de estar físicamente presente, sino de una interacción consciente que puede incluir juegos, conversaciones o actividades cotidianas. Este tiempo es crucial para su desarrollo emocional, su autoestima y el establecimiento de una relación de confianza.
Walter Mehrer S
¿Por qué es importante?
Fortalece los lazos: Crea un vínculo emocional fuerte y duradero.
Mejora la autoestima: Los niños se sienten valorados y seguros, lo que aumenta su autoestima.
Fomenta la comunicación: Abre un espacio para que los hijos se comuniquen y compartan sus pensamientos y sentimientos.
Promueve el desarrollo: Ayuda a desarrollar habilidades sociales y emocionales, y a inculcar valores.
Reduce la ansiedad: La presencia emocional consistente reduce la ansiedad que puede generar la falta de conexión.
¿Cómo lograrlo?
Involúcrate activamente: Participa en sus juegos, no solo supervises.
Sé consciente y presente: Evita las distracciones como el teléfono móvil cuando estés con ellos.
Crea rituales: Establece rutinas, como leer juntos antes de dormir o tener una noche de juegos semanal.
Aprovecha lo cotidiano: Convierte actividades diarias como ir de compras, cocinar o limpiar en momentos para conectar y conversar.
Da pequeñas muestras de afecto: Di "te quiero" a menudo y ríete juntos.
Deja que te guíen: Permite que tus hijos elijan la actividad a veces, para que se sientan más conectados con la experiencia.
Planifica actividades especiales: Marca un día al mes para hacer algo divertido juntos, como un picnic o una salida al cine en casa.



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