Walter Mehrer S
Gestión emocional para padres solteros y sus hijos
En función de cuál sea la causa que ha conducido a criar a los hijos sin pareja, las emociones pueden diferir, pero su gestión es necesaria.
Tras una separación o una muerte, atravesar un periodo de duelo es fundamental, no solo para procesar el dolor de la pérdida, sino para asumir que el plan de vida que habíamos proyectado ya no se llevará a cabo. Sin embargo, en caso de adopción o inseminación también pueden aparecer ciertos sentimientos de culpa por no ofrecer a los hijos una familia tradicional biparental.
Por otro lado, para los menores también puede ser complicado asumir que solo uno de sus progenitores formará parte de su vida diaria. Por ello es importante dar espacio a la tristeza, la rabia, la frustración y la confusión de adultos y niños.
La comunicación abierta y fluida es fundamental, la escritura puede ser también una excelente herramienta para ventilar las emociones; pero, en caso necesario, recuerda que el acompañamiento profesional es una opción lícita.
Busca tu tribu
Si eres padre soltero o madre soltera, tendrás que hacerte cargo de la educación de tus hijos, las tareas domésticas y tu propio empleo. En este caso, la falta de tiempo y la escasa flexibilidad horaria pueden pasar factura a tu propio bienestar y al de tus hijos.
Por ello, procura rodearte de una comunidad que pueda ofrecerte apoyo a varios niveles, ya que esto te hará más fuerte frente al estrés y sus consecuencias.
Si puedes vivir cerca de tu familia, ellos constituirán un pilar fundamental en la vida de tus hijos y podrán además ofrecerte relevo cuando sea necesario. Pero esto no es suficiente. Hacerte con el contacto de diversos profesionales de confianza (pediatra, matrona, niñera…) puede serte de gran utilidad y tranquilidad.
Del mismo modo, formar parte de grupos de apoyo para padres puede ser un excelente recurso para resolver dudas y compartir experiencias e inquietudes con otros adultos en tu misma situación.
Tiempo para ti y autocuidado
Aunque tu disponibilidad de tiempo sea escasa, es fundamental que no abandones el autocuidado. Puede resultar tentador atender únicamente las necesidades infantiles y cumplir con las obligaciones. Sin embargo, la salud mental y emocional pueden verse afectadas si no hay espacio para el ocio, la diversión y los buenos hábitos.
Es importante que cuides tu alimentación, que encuentres tiempo para hacer ejercicio, para socializar con amistades, para realizar tus hobbies o simplemente estar a solas. Lejos de percibir esto como un acto de egoísmo, recuerda que tus hijos necesitan un padre o una madre felices y descansados, pues solo de este modo podrán ofrecerles la atención, la paciencia y el ejemplo que precisan.
Pon en valor a tu familia
Quizá la idea que tenías hace años de tu futuro diste mucho de la realidad que hoy vives. Tal vez hubieras deseado que los acontecimientos se desenvolviesen de manera diferente. Incluso es posible que percibas juicios o rechazo por parte de tu entorno. Sin embargo, tu estilo de vida es tan lícito y valioso como cualquier otro y tu familia es tan válida como todas las demás.
En lugar de centrarte en el fallo, en la carencia o en la autocompasión, trata de desarrollar una actitud positiva. Acostúmbrate a percibir y valorar las ventajas, las cualidades y las oportunidades que te rodean y siente gratitud por tu vida tal y como es a día de hoy. Esto permitirá que tus hijos adopten una postura similar y se sientan fuertes, satisfechos y orgullosos de la familia de la que forman parte.
Los padres solteros pueden criar hijos sanos y felices
Algunos estudios han evidenciado que los hijos de padres solteros presentan menor autoestima y una mayor insatisfacción con su circunstancias. Sin embargo, también sabemos que la ausencia de uno de los progenitores no implica que estas variables se conjuguen así.
La falta de otro adulto que de alguna manera nos equilibre y nos tome el relevo en algunas situaciones puede hacernos más permisivos o, por el contrario, en el excesivo autoritarismo; si es tu situación, este es el trabajo en el que más tendrás que emplearte. Por ello cuídate, delega, busca apoyo y orientación si lo necesitas, y siéntete orgulloso de tu familia: tus hijos crecerán sanos y felices.
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